¿QUÉ ES LA ALEGRÍA?
Es una emoción agradable como respuesta a un suceso que percibimos como positivo.
Habitualmente surge ante la atenuación de un malestar o el logro de de alguna meta, al contemplar algo que nos gusta o al observar la felicidad de alguien a quien tenemos cariño o la contemplación de algo que nos parece hermoso.
¿PARA QUÉ SIRVE?
A nivel hormonal,al sentirnos alegres generamos un neurotransmisor llamado serotonina, que atenúa entre otras cosas nuestro estrés y nuestra ansiedad.
Normalmente sentimos más ganas de crear, aumenta nuestro rendimiento y nos sentimos más activos y con ganas de juntarnos con gente e interactuar.
Mejora el sistema inmune y nos ayuda a afrontar las adversidades con una actitud más proactiva. Aunque su efecto no sea milagroso ante las enfermedades, si puede producir una mayor adherencia al tratamiento y en el seguimiento de recomendaciones terapéuticas.
¿CUÁNDO EMPIEZAN LOS PROBLEMAS?
La alegría, como el resto de emociones, por exceso o por defecto, también puede ser peligrosa. Una persona que se está siempre riendo o que siempre está feliz puede perder el control de la situación y dejar de ser objetiva. Puede ser peligrosa y poner en riesgo nuestra salud mental.
También cuando anulamos el resto de emociones, pretendiendo siempre estar alegres. La sociedad nos impulsa a ello. Son famosas las agendas, libretas, anuncios,etc., con mensajes “positivos” que nos transmiten la falsa creencia de que todo es posible si te lo propones, de que hoy va a ser un gran día si sonríes, etc. Este tipo de afirmaciones hacen un flaco favor, ya que da la sensación de que entonces si no eres feliz es porque no quieres y que es negativo sentir otras emociones.